¿Quieres mejorar tus presentaciones orales con un sencillo gesto? Respira

¿Quieres mejorar tus presentaciones orales con un sencillo gesto? Respira

Hace unas semanas tuve una de esas pocas oportunidades que nos surgen a algunos de vez en cuando: salir en televisión. En concreto, se trataba del programa Saber Vivir, de RTVE. El él, hablé sobre la publicación de una clasificación de aceites en función de su calidad nutricional, que habíamos publicado unos meses antes.

Solo he estado en un set de televisión un par de veces, pero siempre he intentado aprender lo máximo posible de cómo funciona el medio y, sobre todo, de sus profesionales, que son expertos en comunicar. No se le escapa a nadie que salir en televisión supone un grado de exposición personal muy alto, así que uno lo quiere hacer bien. Además, aunque en este caso era grabado, uno no quiere tener que repetir las tomas muchas veces. Por tanto, es normal estar nervioso.

Una vez que todo el mundo está listo, en el plató hay una persona que manda guardar silencio. Después dice «prevenidos, acción», igual que en las películas. En ese momento, todas las miradas están pendientes del presentador.

De izquierda a derecha, Jerónimo Fernández, Andrea Calderón y yo en el programa Saber Vivir.

Uno de los presentadores de Saber Vivir, en su temporada actual, es Jerónimo Fernández, que es muy experimentado, tras más de 20 años en el medio televisivo. Cada vez que a Jerónimo le tocaba empezar una toma, antes de hablar respiraba profundamente y hacía una fuerte exhalación. Eso parecía darle la energía necesaria para comenzar. Me pareció un gran ejercicio porque respirar adecuadamente es una de las claves de una buena presentación.

Lo que hace tu cuerpo al respirar

Durante la respiración, el diafragma y los músculos intercostales facilitan la inhalación al contraerse y expandir la cavidad torácica. Este proceso permite que el aire entre en los pulmones. En los alvéolos pulmonares, ocurre el intercambio gaseoso, donde el oxígeno se difunde hacia la sangre y el dióxido de carbono se mueve hacia los alvéolos para ser expulsado durante la exhalación. Controlar la relajación del diafragma y los músculos intercostales durante la exhalación es crucial para evitar quedarse sin aliento. El volumen de aire inhalado y exhalado depende de la capacidad pulmonar y el intercambio gaseoso eficiente. Al hablar, la presión en la parte inferior de la laringe aumenta con la acción de los músculos abdominales y del diafragma, lo que es esencial para generar el sonido. La modulación vocal se logra mediante ajustes en las cuerdas vocales y el control del flujo de aire, permitiendo variar tono, volumen y entonación. Además, la respiración cumple un papel vital en satisfacer las demandas energéticas del cuerpo durante el acto de hablar en público, que requiere más actividad física de la que uno cree, garantizando un suministro adecuado de oxígeno para el metabolismo celular.

Usar la Respiración en los distintos momentos de la presentación

Como ya he mencionado en el ejemplo de Jerónimo Fernández, coger una importante cantidad de aire y exhalarlo después justo antes de empezar a hablar te asegura un aporte suficiente de oxígeno para los primeros momentos. Pero el orador debe ser consciente de su respiración desde antes.

Hablar en público genera mucha ansiedad y, aunque la mejor forma de evitarla es preparar bien la presentación y ensayar mucho, para muchas personas no es suficiente. Respirar profundamente puede ayudar a reducir la ansiedad porque contribuye a generar calma1. Por tanto, es conveniente realizar unas series de respiraciones profundas antes del momento de subir al escenario. Después, sí, una gran exhalación justo antes del pronunciar las primeras palabras. Según Allison Shapira, profesora de comunicación en la Escuela Kennedy de Harvard, la voz sale con más confianza después de una respiración y exhalación profundas. Según ella, uno mismo no lo percibe, pero sí los demás. Puedes probarlo con otra persona o con tu teléfono móvil.

También es importante controlar la respiración a lo largo de la charla. ¿Cada cuánto hay que respirar? Después de cada frase, sobre todo si tiendes a acelerarte durante la charla. Practica una respiración después de cada punto y seguido para reducir velocidad. No solo te aportará calma, sino que tu discurso se entenderá mejor.

La respiración es útil también para hacer pausas, que son importantísimas y tienen numerosas funciones, como enfatizar ideas, captar la atención de la audiencia, darse tiempo para pensar la siguiente idea, observar la respuesta de la audiencia a la frase anterior e incluso para evitar el uso de muletillas. Es más, según investigadores polacos, 2, las pausas largas son características de los oradores más experimentados.

Un truco para acordarse de respirar

Investigadores de la Universidad del Nordeste, en Boston, EEUU, propusieron un sistema para recordar al orador de la necesidad de respirar profundamente o hacer pausas durante las presentaciones 3. Para eso, incluyeron un software en PowerPoint, que provocaba la aparición de una ventana cada vez que el ponente avanzaba de diapositiva cuando estaba en “modo presentador”. En la mayoría de los casos, los participantes manifestaron que las respiraciones profundas les ayudaban a calmarse y las pausas les recordaban que podían respirar con tranquilidad sin que eso mermara su actuación. En cualquier caso, también afirmaron que las respiraciones profundas después de cada diapositiva les despistaban un poco y entorpecían el hilo del discurso.

En resumen, desde controlar la ansiedad hasta mejorar la calidad vocal y la conexión con la audiencia, la respiración es clave como una herramienta poderosa para comunicar con eficacia. La práctica de técnicas como la inhalación profunda, exhalaciones estratégicas y la gestión continua de la respiración durante la charla no solo fortalece el rendimiento del orador, sino que también añade un elemento crucial de calma y claridad al discurso. Así que aplica conscientemente la respiración como una aliada en tus presentaciones para reducir la ansiedad y conectar con la audiencia, para que tus presentaciones sean más impactantes y auténticas. Inspira confianza y exhala persuasión en cada palabra que compartes.

  1. Perciavalle V, Blandini M, Fecarotta P, Buscemi A, Di Corrado D, Bertolo L, Fichera F, Coco M. The role of deep breathing on stress. Neurol Sci. 2017;38(3):451-458. doi: 10.1007/s10072-016-2790-8.
  2. Igras-Cybulska M, Ziółko B, Żelasko P, Witkowski M. Structure of pauses in speech in the context of speaker verification and classification of speech type. Eurasip Journal on Audio, Speech, and Music Processing, 2016(1), 1–16.
  3. Kimani E, Shamekhi A, Bickmore T. Just breathe: Towards real-time intervention for public speaking anxiety. Smart Health, 2021, 19:100146. https://doi.org/10.1016/j.smhl.2020.100146
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