Cómo deberían ser tus diapositivas de apertura y cierre

Cómo deberían ser tus diapositivas de apertura y cierre

Hoy en día, casi todas las conferencias incluyen diapositivas hechas con PowerPoint o una herramienta equivalente y muchas veces, no se le saca todo el partido que tienen. En muchas ocasiones se emplea solo como herramienta de organización, subestimando su potencial como herramienta visual. En particular, esto es importante cuando hablamos de las dos diapositivas más importantes de una charla: la primera y la última.

No pongas títulos en tus diapositivas, destaca ideas

La parte superior de tus diapositivas es un espacio valioso que suele desperdiciarse con títulos comunes como «Introducción» o «Conclusión». En lugar de utilizar palabras genéricas, aprovecha este espacio para señalar ideas que faciliten la comprensión del resto del contenido de la diapositiva y que se transmita el mensaje. Sobre todo, si hay esquemas o gráficos en ella. Aquí te muestro un par de ejemplos de usos adecuados e inadecuados de la parte superior de la diapositiva.

Apertura Impactante

La apertura de tu presentación es crucial, y tus diapositivas pueden contribuir significativamente. Habitualmente, la primera diapositiva lleva el título de la presentación. Evita títulos aburridos y, en su lugar, aprovecha el título para resaltar la esencia de tu mensaje. Mira estos ejemplos:

Además, no llenes la diapositiva de información como el nombre del evento, la fecha, el lugar donde se está llevando a cabo, tu título, tu posición, etc. Tampoco incluyas imágenes que no aporten nada al mensaje que quieres trasladar. Por ejemplo, evita los logos. Normalmente, no se ven bien y tienen abreviaturas y textos muy pequeños. Por el contrario, utiliza una imagen inspiradora, que contribuya a tu apertura oral. Yo suelo aprovechar los colores de esa imagen para crear una paleta de colores para todas las diapositivas, generando armonía en toda la presentación

Un Cierre Memorable

Al llegar al final de tu presentación, resiste la tentación de simplemente resumir toda la información. En lugar de un resumen extenso, opta por una dejar claras las ideas clave y, sobre todo, termina con una conclusión breve y poderosa. Puede ser una conclusión en sí, la idea clave del discurso, una cita célebre o una llamada a la acción.

Para ello, elige una imagen impactante que se quede en la mente de la audiencia acompañando a un texto asociado a las opciones que te acabo de dar. El objetivo es que la imagen imprima una huella importante en la memoria de los asistentes.

Te dejo algunos ejemplos para que te inspires:

Evita las Diapositivas Mortíferas

Evidentemente, y al igual que en el resto de las diapositivas, debes evitar la muerte por PowerPoint a toda costa. Pero además, evita las clásicas diapositivas con «¡Gracias!» y «¿Alguna Pregunta?». Tampoco dejes como última diapositiva la foto de tu grupo de trabajo, de tu gato o del último lugar en el que estuviste de vacaciones. Estas opciones no aprovechan el potencial visual de PowerPoint ni brindan un cierre memorable. Tengo algunos ejemplos lamentables… Mira.

En resumen, maximiza el potencial de tu software de diapositivas, considerándolo como una herramienta visual y de rendimiento, no solo para mostrar datos e información. Personaliza los títulos de tus diapositivas con ideas clave, para respaldar tu propósito, enviar tu mensaje y generar interés. Utiliza la apertura para crear expectación y el cierre para dejar una impresión duradera. Evita las diapositivas genéricas y aprovecha cada elemento para fortalecer tu mensaje y conectar con tu audiencia de manera más impactante. Con estos consejos, tus aperturas y cierres ganarán mucho. Pruébalo y me dices.

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