El papel de la industria del tabaco en el consumo de alimentos ultraprocesados

El papel de la industria del tabaco en el consumo de alimentos ultraprocesados

Hace unos días, tuve la oportunidad de dar una charla en Zaragoza, en el marco del ciclo ¿Qué sabemos de…?, que organizaba la Delegación del CSIC en Aragón. La charla llevaba por título “Alimentos ultraprocesados: un apetitoso riesgo para la salud”.

En un momento de la charla, mostré esta diapositiva, en la que se ve claramente cómo ha ido variando la tasa de obesidad en Estados Unidos en las últimas décadas. Probablemente, este país sea el primero que se dio cuenta de que tenía un problema de tipo epidemiológico con la obesidad. En la gráfica también se ve que la tasa de obesidad rondaba el 14-15% durante las décadas de los 50-70, pero que hacia finales de los 70 y, sobre todo, en los 80, comenzó a escalar de forma imparable. Hoy en día, casi el 50% de los estadounidenses tiene obesidad.

Pero la pregunta es ¿qué ocurrió en los años 80 para que, de repente, la prevalencia de obesidad se disparara?

Los factores que afectan a la obesidad

Hay decenas de factores que afectan a la obesidad, pero como para cualquier enfermedad multifactorial, estos se pueden agrupar en los relacionados con la genética y los relacionados con el medioambiente. En el año 2008, investigadores de las universidades de Harvard, Washington y la Escuela John Hopkins de Salud Pública publicaron un análisis que intentaba resolver qué factores habían influido más en las tasas de obesidad en Estados Unidos 1.

Los investigadores rechazaron los cambios genéticos como causantes del cambio observado en los años 80 porque el periodo de tiempo era demasiado corto. Los cambios genéticos, incluso los epigenéticos necesitan más tiempo para ejercer un efecto tan llamativo. Por tanto, los responsables debían ser cambios de tipo ambiental.

Aunque, como digo, los factores son múltiples (ver la imagen más abajo), al final, se reducen a dos grandes grupos: los que afectan al gasto energético y los que afectan a la ingesta energética. Los primeros son los que tienen que ver con la actividad física y el sedentarismo y los segundos con la dieta. Por supuesto, que dentro de estos grupos hay muchos factores, como los del individuo, pero también los del entorno, incluidos factores socioeconómicos.

Maraña de factores que afectan al desarrollo de la obesidad. En el centro el balance energético (gasto vs. ingesta de energía).

Como resultado de la investigación, los investigadores concluyeron que el incremento en la ingesta de calorías y no la reducción en la actividad física era el responsable de las tasas de obesidad en Estados Unidos. Evidentemente, reconocían la importancia del ejercicio físico para mantener un buen estado de salud y que la actividad se había ido reduciendo paulatinamente en la población pero era el incremento en la ingesta de alimentos el factor principal que había influido en el aumento de peso. Tras analizar los factores relacionados con la dieta que estaban detrás de este efecto, concluyeron que había dos mecanismos principales que impulsaban los aumentos en el suministro calórico: las innovaciones tecnológicas y los factores sociodemográficos. De entre ellos, los más influyentes eran los menores precios de los alimentos, la facilidad de las empresas para ingresar al mercado y la facilidad con la que las empresas pueden establecer sus propios precios. Además, estos investigadores y otros anteriormente, habían identificado la publicidad, el uso de la televisión y el acceso limitado a opciones de alimentos saludables como importantes factores también. Sin embargo, en 2008 aún no se hablaba de alimentos ultraprocesados.

Consumo de calorías en diversos países desde la década de los 70. En rojo Estados Unidos. Adaptado de Bleich et al. Why is the developed world obese?. Annu Rev Public Health. 2008.

Pero en 2022 ya conocemos el término ultraprocesado y está siendo objeto de multitud de estudios. Así, Norman Temple, de la Universidad Athabasca (Canadá), llegaba a las mismas conclusiones que los investigadores anteriores: la epidemia de obesidad que se generó en Estados Unidos en los años 80 se debía al aumento de energía en la dieta más que al sedentarismo. 2

Temple observó que aunque el tipo de trabajo había ido cambiando hacia tareas más sedentarias, no podía ser esta la causa, ya que el aumento de la obesidad también se daba entre personas que no estaban en edad de trabajar (menores de 18 años o mayores de 65 años). Por otra parte, realmente no había evidencia que indicara una caída en la actividad física en el tiempo libre en el momento en que comenzó la epidemia de obesidad. De hecho, a fines de la década de 1970 y principios de 1980 algunas formas de ejercicio se volvieron más populares, como el aerobic y el jogging.

El papel de la dieta en la obesidad

Pero, ¿cómo afectaba la dieta? En el último cuarto del s. XX, la ingesta de grasas de los adultos estadounidenses fue bastante estable, sin cambios bruscos. Además, los hallazgos de los estudios controlados y aleatorizados muestran que pequeños cambios en la ingesta de grasas tienen poco impacto en el peso corporal 3. Así pues, Temple concluía que existía solo una relación muy pequeña entre los cambios en el contenido de grasa de la dieta estadounidense y la aparición de la epidemia de obesidad.

Algo distinto ocurría con el azúcar. Su consumo se había mantenido bastante estable hasta los 70 pero comienza a incrementarse rápidamente en los 80. De hecho, entre 1978 y 1977, se produce un incremento de 37 g de azúcar al día. Un factor importante que provocó el aumento de la ingesta de azúcar fue una caída importante en el precio del azúcar que se produjo después de 1980. Los bajos precios facilitaron un mayor consumo de bebidas azucaradas. Los ensayos clínicos muestran que la adición de bebidas azucaradas a la dieta conduce a un aumento de 0,85 kg en el peso corporal 4.

Y, finalmente, Temple plantea el papel de los alimentos ultraprocesados. En las décadas de los 80 y los 90, la proporción de energía obtenida de varios tipos de ultraprocesados por personas de 40 a 59 años aumentó entre el 33% para las patatas fritas y el 240% para las pizzas, pero ocurrió también en los snacks, los dulces, etc. Además, el uso de restaurantes de comida rápida pasó del 9,4% a finales de los 70 a 21,3% en 1996. El consumo de este tipo de alimentos se puede apreciar en las películas estadounidenses estrenadas en la década de los 80, como puede verse en las imágenes de más abajo.

Por tanto, Temple concluye que la explicación más plausible de la epidemia de obesidad en los EE.UU es que alrededor de 1978-1980 hubo un aumento importante en el consumo de ultraprocesados, aunque reconoce que esta hipótesis aún está lejos de ser probada.

El papel de la industria tabacalera

Pero todo esto nos lleva a otra pregunta. ¿Por qué los estadounidenses comenzaron a consumir masivamente bebidas azucaradas y alimentos ultraprocesados? ¿Era el precio del azúcar el único motivo?

En los años 80 ocurrió algo que cambió la forma en que parte de la industria alimentaria comercializaba sus productos como consecuencia de la participación de la industria del tabaco. Los dos mayores conglomerados del tabaco en EE.UU., RJ Reynolds y Philip Morris, adquirieron en los 80 algunas de las mayores empresas alimentarias, como Kraft, General Foods, Nabisco y Kool-Aid. Entre los productos que comercializaban estas empresas estaban las salchichas Oscar Mayer, las galletas Oreo, los refrescos Tang, etc. 5

Los ejecutivos tabacaleros transfirieron sus conocimientos de marketing a estas empresas y ampliaron las líneas de productos utilizando colores, sabores y estrategias de marketing diseñadas originalmente para comercializar cigarrillos, con el fin de maximizar su atractivo y rentabilidad 6. doi:10.1016/S0140-6736(12)62089-3). De hecho, estas empresas tenían científicos especializados en el estudio del cerebro y cómo éste procesa los olores y los sabores y aplicaron esos conocimientos al marketing de alimentos.

Un informe de 1985 señaló que los científicos del laboratorio de sabores de Reynolds creaban bebidas refrescantes a partir de los conocimientos que tenían sobre sabores. “Las bebidas atraen a los consumidores a través de un complejo sistema de sabor, olor y apariencia. Lo ideal… Es dejar a la gente con ganas de más.”. 7

Es difícil demostrar que el papel de las empresas tabacaleras en la industria alimentaria fue el causante del incremento en el consumo de ultraprocesados, y en consecuencia, de las tasas de obesidad en los años 80 en EE.UU. Sin embargo, en un editorial de la revista Psychotherapy and Psycosomatics se afirma “que la industria alimentaria ha tenido mucho éxito en beneficiarse de los ultraprocesados, que ahora representan más del 60 % de todas las calorías consumidas en los EE.UU y que la evidencia empírica respalda el papel directo que juegan estos productos en la motivación del comportamiento de comer en exceso” 8.

Además, este editorial propone que el predominio de los ultraprocesados a partir de la década de 1980 resultó en una epidemia de adicción, en la que los patrones de consumo de ultraprocesados contribuyeron a aumentar los trastornos alimentarios de tipo compulsivo, la obesidad y las enfermedades relacionadas con la dieta en los últimos 40 años.

Desde este punto de vista, quizá tenga más sentido preguntarse si los alimentos ultraprocesados son el nuevo tabaco.


Gracias a @NutriRebel por pasarme el primer artículo, que dio origen a esta entrada.


Referencias

  1. Bleich S, Cutler D, Murray C, Adams A. Why is the developed world obese?. Annu Rev Public Health. 2008;29:273-295. doi:10.1146/annurev.publhealth.29.020907.090954
  2. Temple NJ. The Origins of the Obesity Epidemic in the USA-Lessons for Today. Nutrients. 2022;14(20):4253.
  3. Tobias DK, Chen M, Manson JE, Ludwig DS, Willett W, Hu FB. Effect of low-fat diet interventions versus other diet interventions on long-term weight change in adults: a systematic review and meta-analysis. Lancet Diabetes Endocrinol. 2015;3(12):968-979
  4. Malik VS, Pan A, Willett WC, Hu FB. Sugar-sweetened beverages and weight gain in children and adults: a systematic review and meta-analysis. Am J Clin Nutr. 2013;98(4):1084-1102
  5. Nguyen KH, Glantz SA, Palmer CN, Schmidt LA. Tobacco industry involvement in children’s sugary drinks market. BMJ. 2019;364:l736.
  6. Moodie R, Stuckler D, Monteiro C, et al. Profits and pandemics: prevention of harmful effects of tobacco, alcohol, and ultra-processed food and drink industries. Lancet. 2013;381(9867):670-679
  7. R J Reynolds. Report: first quarter 1985. Accedido el 27/11/2022 https://www.industrydocumentslibrary.ucsf.edu/tobacco/docs/nxwv0087.
  8. LaFata EM, Gearhardt AN. Ultra-Processed Food Addiction: An Epidemic? Psychother Psychosom. 2022;91(6):363-372. doi:10.1159/000527322
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