¿Piensas que tienes sensibilidad al gluten? Es probable que no sea así

¿Piensas que tienes sensibilidad al gluten? Es probable que no sea así

Últimamente se escucha cada vez más a personas que afirman que han retirado el gluten de sus dietas y que han mejorado sus digestiones, que no se sienten tan pesados, que no tienen gases o que incluso han perdido peso. ¿Se trata de un a moda o realmente hay algo detrás? Conocíamos la enfermedad celíaca, pero ¿realmente hay personas no celíacas sensibles al gluten? Veamos qué sabe la ciencia a día de hoy sobre este asunto.

pan

En los últimos años se ha disparado el mercado de productos alimenticios libres de gluten. Sobre todo a raíz de que algunos famosos como la actriz Gwyneth Paltrow haya afirmado que sus hijos se alimentan de productos sin gluten o que el tenista Novak Djokovic diga que su tenis ha mejorado desde que no consume gluten. Existen ya rankings de los mejores restaurantes sin gluten, las mejores cervezas sin gluten, e incluso las 10 mejores ciudades para viajeros que no consumen gluten.

Según Mintel International, en EEUU las ventas de productos sin gluten llegaron en 2014 a 8800 millones de euros. Está claro que es un buen negocio. En abril de 2012 había 4765 productos clasificados como “Gluten-free” en la web Amazon.com. Hoy (agosto de 2015) hay 288963, 60 veces más (pruébalo, seguro que hay más ahora). Hasta las patatas fritas vienen ya sin gluten, aunque la patata no tenga gluten, claro. Eso sí, estas vienen con pimentón español ;-).

patatas fritas sin gluten

Pero veamos qué dice la ciencia.

En primer lugar, ¿qué es el gluten y qué alimentos lo contienen? El gluten es un conjunto de proteínas que se encuentran en cereales como el trigo, el centeno, la cebada y cualquier alimento hecho con estos granos. O sea, en mayor o menor cantidad, se encuentra en la pasta, cuscús, pan, tortillas de harina, galletas, magdalenas, pastelitos, cereales, galletas integrales y cerveza. Además, se puede encontrar en otros alimentos producidos por industrias que emplean estos cereales. Si quedan restos de cereales de un procesado anterior, pueden terminar en el siguiente alimento (probablemente de ahí lo de las patatas fritas).

¿Qué tiene de malo el gluten? Para los celíacos mucho. Estas personas sufren una intolerancia al gluten, que tiene un origen genético, y que les provoca una inflamación en el intestino cuando lo consumen. Las consecuencias son variables, desde estreñimiento a diarrea y desde pérdida de peso a la obesidad. Afecta al 1-2% de la población mundial, así que es bastante común para ser una enfermedad genética. Tienes más información en este artículo 1.

¿Y para el resto de la gente? Es decir, ¿si no eres celíaco? Ahí está el meollo de la cuestión. Resulta que existen personas no celiacas que afirman que el gluten les produce una serie de trastornos, tales como fatiga, dolores de cabeza y molestias gastrointestinales, incluyendo gases, hinchazón y diarrea. Estas sensaciones mejoran con la adopción de una dieta libre de gluten.

A pesar de la creciente popularidad de las dietas libres de gluten para la pérdida de peso, por el momento no hay estudios científicos publicados que muestren que una dieta libre de gluten produce pérdida de peso en personas sin enfermedad celiaca. 2. En este sentido, es importante señalar que un alimento libre de gluten no necesariamente significa un bajo consumo de energía. De hecho, algunos productos sin gluten en realidad tienen un valor energético mayor que correspondientes alimentos con gluten 3. Por otra parte, una dieta libre de gluten puede ser deficiente fibra o cereales integrales, que han sido asociados con una disminución del peso corporal 4.

Licencia CCO / Public domain
Licencia CCO / Public domain

Hay estudios que demuestran los beneficios del gluten en personas no celiacas. En un estudio en el que participaron personas con el colesterol elevado (más concretamente el colesterol-LDL o colesterol malo), consumieron una dieta a la que se había sustituido el 11% de los carbohidratos por gluten (78 gramos más al día) durante 1 mes. Esa dieta se comparó con una dieta control, con todos sus carbohidratos. El resultado fue una disminución de los triglicéridos en un 19,2% y el ácido úrico en un 12,7%. 5. Otro estudio encontró que la gliadina, una de las proteínas del gluten, podría tener algún efecto sobre la presión arterial, aunque éste es un estudio solo realizado en laboratorio 6.

Entonces, ¿no hay ninguna evidencia científica de suficiente relevancia que respalde los beneficios que alegan las personas que no toman gluten? Bueno, había uno, y se consideró un hito en su momento. En 2011, un equipo científico australiano, realizó un estudio controlado con placebo en personas con el síndrome de colon irritable pero sin celiaquía. El estudio concluía que el gluten de dos rebanadas de pan y una magdalena provocaba síntomas gastrointestinales en sujetos sin enfermedad celiaca 7. Sin embargo, en el propio estudio, los investigadores reconocían que aunque la sensibilidad al gluten no celiaca podría existir, no tenían la menor idea de cuáles eran los mecanismos que había detrás.

Como buen científico, Peter Gibson, que lideraba el estudio, no se quedó tranquilo. Así que diseñó un nuevo ensayo, mucho más controlado aún, para ver si se repetían los resultados y se encontraban pistas sobre la forma en que el gluten ejercía los trastornos 8.

¿Qué pasa si algún factor que no había tenido en cuenta estaba sesgando los resultados? Resolvió repetir la prueba con un nivel de rigor mayor. A los participantes en el estudio les proporcionarían todas y cada una de las comidas durante la duración del ensayo. Se eliminaron todos los posibles factores desencadenantes de los síntomas gastrointestinales, incluidas la lactosa, ciertos conservantes y algunos hidratos de carbono de cadena corta que se absorben mal.

Participaron 37 sujetos no celíacos pero que afirmaban que sus síntomas gastrointestinales habían mejorado con dietas libre de gluten. Fueron alimentados primero una dieta baja en esos carbohidratos (que incluyen fructosa, sorbitol, manitol, xilitol y maltitol entre otros) durante dos semanas, para a continuación, recibir durante una semana una dieta con alto contenido de gluten, otra con bajo contenido en gluten, o una última sin gluten, que actuaba como placebo. Cada voluntario tuvo que someterse a las tres dietas, una por vez. Como las dietas eran indistinguibles entre sí, en ningún momento supieron qué dieta estaban consumiendo, así que para ellos se trataba de la misma, que duraba tres semanas.

Al analizar los datos, Gibson encontró que todas las dietas, con y sin gluten, impulsaron a los voluntarios a manifestar un empeoramiento de los síntomas gastrointestinales. Los voluntarios manifestaron tener dolor, hinchazón, náusea, gas y todo multiplicado tras la dieta basal baja en carbohidratos de difícil absorción. Los datos indicaron claramente que se había producido un efecto nocebo, como el que ocurre a personas que afirman que se encuentran peor cuando tienen antenas wifi cerca, y que estos carbohidratos u otras sustancias son las que producían el efecto. Así pues, el gluten no era el culpable; la causa más probable era psicológica. Los participantes esperaban que las dietas les perjudicaran y eso es lo que ocurrió.

Fuente: Biesiekierski et al. Gastroenterology. 2013;145(2):320-8.e1-3.
Fuente: Biesiekierski et al. Gastroenterology. 2013;145(2):320-8.e1-3.

Desde entonces, no se han realizado más estudios que permitan discernir el papel del gluten en estos malestares. Otras investigaciones están intentando determinar cuáles pueden ser las causas, pero por el momento son contradictorios, como ha ocurrido con dos equipos italianos. Uno de ellos, de la Universidad de Bolonia, encontró que en pacientes con sensibilidad al gluten, cuando se retiraba éste de la dieta, se reducía la respuesta del sistema de defensa a la gliadina (una de las proteínas del gluten) 9. Mientras tanto, el otro estudio, de la Universidad de Salerno, mostró que la gliadina no provocaba inflamación en el intestino 10.

En definitiva, por el momento no hay ninguna evidencia científica que indique que el gluten puede causar trastornos gastrointestinales en personas sin enfermedad celiaca. Algunos de los síntomas, como el cansancio o la falta de concentración, podrían ser comunes a una gran parte de la población 11.

Pero la ciencia no termina aquí. La mente del científico tiene que estar abierta y si hay personas que manifiestan tener esos síntomas después de consumir gluten hay que seguir investigando y descubrir la verdad, sea un efecto psicológico o no. En cualquier caso, se necesita saber más antes de dar mensajes sobre diagnóstico y recomendaciones dietéticas. Yo, por ahora, no me gastaría el dinero en un bono de Groupon para hacerme un test de intolerancia al gluten, sobre todo cuando las instituciones europeas y españolas sobre alergias e inmunología no los recomiendan. Lo que haría es ir al médico por si lo que tengo es enfermedad celíaca u otro trastorno.

groupon

  1. Rodríguez Saez. L. Enfermedad celiaca. Información terapéutica del Sistema Nacional de Salud. 2010;34(2)49-59. http://www.msssi.gob.es/biblioPublic/publicaciones/recursos_propios/infMedic/docs/vol34n2enfCeliaca.pdf
  2. Gaesser GA, Angadi SS. Gluten-free diet: imprudent dietary advice for the general population? J Acad Nutr Diet. 2012;112(9):1330-3
  3. Marcason W. Is there evidence to support the claim that a gluten-free diet should be used for weight loss? J Am Diet Assoc. 2011;111(11):1786
  4. Gaesser GA. Carbohydrate quantity and quality in relation to body mass index. J Am Diet Assoc. 2007;107(10):1768-80
  5. Jenkins DJ, Kendall CW, Vidgen E, Augustin LS, van Erk M, Geelen A, Parker T, Faulkner D, Vuksan V, Josse RG, Leiter LA, Connelly PW. High-protein diets in hyperlipidemia: effect of wheat gluten on serum lipids, uric acid, and renal function. Am J Clin Nutr. 2001;74(1):57-63
  6. Bert G. Thewissen, Anneleen Pauly, Inge Celus, Kristof Brijs, Jan A. Delcour. Inhibition of angiotensin I-converting enzyme by wheat gliadin hydrolysates. Food Chem. 2011;127:1653–58
  7. Biesiekierski JR, Newnham ED, Irving PM, Barrett JS, Haines M, Doecke JD, Shepherd SJ, Muir JG, Gibson PR. Gluten causes gastrointestinal symptoms in subjects without celiac disease: a double-blind randomized placebo-controlled trial. Am J Gastroenterol. 2011;106(3):508-14
  8. Biesiekierski JR, Peters SL, Newnham ED, Rosella O, Muir JG, Gibson PR. No effects of gluten in patients with self-reported non-celiac gluten sensitivity after dietary reduction of fermentable, poorly absorbed, short-chain carbohydrates. Gastroenterology. 2013;145(2):320-8.e1-3
  9. Caio G, Volta U, Tovoli F, De Giorgio R. Effect of gluten free diet on immune response to gliadin in patients with non-celiac gluten sensitivity. BMC Gastroenterol. 2014;14:26
  10. Bucci C, Zingone F, Russo I, Morra I, Tortora R, Pogna N, Scalia G, Iovino P, Ciacci C. Gliadin does not induce mucosal inflammation or basophil activation in patients with nonceliac gluten sensitivity. Clin Gastroenterol Hepatol. 2013;11(10):1294-1299.e1
  11. Díaz Marugán V, Magallares García L, Fernández Caamaño B, Alcolea Sánchez A, Alonso Canal L, Polanco Allue I. ¿Puede ser el gluten perjudicial en pacientes no celiacos? Evid Pediatr. 2013;9:1
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3 thoughts on “¿Piensas que tienes sensibilidad al gluten? Es probable que no sea así

  1. Muy interesante.

    Leí hace tiempo que, la llamada sensibilidad al gluten no celiaca, en realidad no es al gluten sino a otras proteínas presentes en cereales. Así que habría que ver si no había interferencias entre los productos con gluten y sin gluten. El problema claro, es que se sabe cómo actúa el gluten y del resto se sabe poco aún.

    No he podido ver los detalles del artículo que comentas, y por tanto me queda ver qué han usado como placebo. Me da curiosidad, porque puede que lo que se les da al grupo de placebo esté causando también inflamación intestinal, en un grupo que justamente tiene problemas intestinales. Eso implicaría que el control negativo no lo es realmente. En algún que otro artículo he visto que los placebos no son los mejores.

    Según mi opinión las personas con inflamación intestinal, posiblemente sean menos capaces de lidiar con el efecto que tiene el gluten sobre las tight-junctions de la pared intestinal que una persona sana, y hace que su sistema inmune en el aparato digestivo reaccione a más alimentos. Seguramente a esto hay que sumarle una posible disbiosis intestinal, estrés y demás.

    En estas personas con síndrome de intestino irritable el problema habitual es que tienen sensibilidades a varios alimentos, nada grave pero que les disminuye su calidad de vida.

    Como esto es metodológicamente muy difícil de testar, realmente habría que plantearse qué alimentos son los sospechosos habituales de crear más problemas en estas personas. Creo que sería interesante ver si en estas personas la permeabilidad intestinal es mayor que en personas sanas y luego ver si se mejora con ciertas pautas.

    No creo que el gluten sea el único culpable, pero tampoco hay que descartarlo según los resultados de los estudios actuales.

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